Lo que a mi mamá más le impactó fue el
comentario de un hombre, el hombre que más deteriorado e infeliz se veía, que
decía "Ojalá que todos los lunes sean fin de semana, y así no serían tan
malos". Al contarnos la historia mi mamá se detuvo ahí y dijo que ese
hombre no se dio cuenta del error que cometió al decir eso. No se dio cuenta
que si eso se hacía real, en cinco años él iba a decir "Ojalá que todos
los martes sean fin de semana, y así no serían tan malos" y después diría
"Ojalá que nunca se tenga que trabajar, así los días no serían tan
malos". No se dio cuenta de lo triste que se escucha ver a alguien que
realmente no disfruta lo que hace y prefiere no hacer nada. El problema es que
muchas personas piensan igual que ese hombre, y muchas personas viven la misma
vida que él. Solo digo que pensándolo bien, si las personas se acostumbran a
trabajar 4 días y descansar 3, de cualquier manera tendrían que trabajar el
doble solo para pagar esos días de descanso.
Freddy B. Goico, un icono de la historia
dominicana, al volver de china, en una de sus anécdotas en su programa
televisivo, contó que cuando estaba allá, pasaban los días y las personas
trabajaban como si fuera martes. Pues el lunes, martes, miércoles, jueves,
viernes, sábado e incluso domingo, en china las personas trabajaban
extremadamente duro a toda hora y sin descansar.
Claro, a todos nos encanta descansar, pero
todo en exceso hace daño, y todas las personas que han llegado a ser algo en el
mundo, han sudado sangre para lograrlo.