No me enoja lo suficiente como para ser violenta en público, pero soy violenta en mi interior, créanme.
No todo libro grueso tiene que ser la Biblia, e incluso ¡la Biblia siquiera es tan gruesa! No es necesario que me preguntes si leo la Biblia, pero tranquilo, no te asesinaré (en el mundo físico) por hacerlo.
Tengo una anécdota muy graciosa respecto a las personas que porque te vean con un libro de, digamos, más de cien páginas ya creen que eres una enferma o que lees la Biblia (no el Corán, la Biblia).
Esto pasó en la Plaza España de la Zona Colonial. Luego de la natación fui a tomarme un momento de distracción y me senté a leer en uno de los pocos bancos que hay ahí, luego de un momento un señor pasa por delante de mí y me pregunta algo y... cito la conversación:
—¿A qué iglesia vas?
—¿Qué?
—A qué iglesia perteneces.
—Oh, no.
—¿No...?
—No.
—¿No vas a ninguna iglesia?
—No.
—¿Eres cristiana?
—¿A qué exactamente se refiere con cristiana?
—¿Esa no es la biblia?
—No.
—Oh.
—Aha.
—Oh.
—Ehm...
—Oh.
Fue bastante épico. Se supone que no debería de hablar con extraños, pero él me abordó de una manera muy directa y simpática. Pero esa no es la única vez. Hace unas semanas estaba leyendo el mismo libro mientras esperaba una guagua y un hombre en un motor me voceó "¡Adio' sierva!"
Es decir, tomando en cuenta la anécdota anterior, puedo suponer que es una deducción espontánea la de que no existe más lector que el religioso que lee las Santas Escrituras. Y créanme, esas dos no son las únicas anécdotas.
Primero aclararé algo, mi manera de vestir no pretende ser conservadora, simplemente sencilla, ¡PERO! es muy común en mí tener un labial de color muy oscuro como único maquillaje, el cual destaca por sobre todas las otras cosas, lo cual nunca lo he visto en una mujer evangélica, por tanto, puedo deducir que NO TIENE SENTIDO DECIRME SIERVA A MÍ.
Y es que es un hecho que me han preguntado más veces en mi vida si estoy leyendo la biblia que qué leo.
Gente, existen otras cosas grandes que no son novelas (para que no adivinen título si simplemente quieren hacer un comentario gracioso), estan los diccionarios, las enciclopedias, libro de medicina, el pequeño Larousse Ilustrado, Marketing Básico, Álgebra de Baldor, Electromecánica Básica... no sé. Pero, exijo más creatividad ¡Por Dios!
Ya, algún día me dejaré de quejar. Lo que sucede es que ayer no pude hacer la tarea porque estaba haciendo la tarea y desde entonces me altero por todo.
Besitos lectores de este mundo de historias, ¡bai bai!
3 comentarios:
Comprendo completamente tu indignación, extrañaba leerte Yelaah :') Acabo de buscarte por Questasleyendo para poder leer tu blog jajaja, estoy de vuelta. Deberíamos patrocinar camisetas que digan esto no es una biblia.
¡Un abrazo!
¡Hola!
En mi caso, nunca me ha pasado algo así y de vez en cuando me gusta leer en algunos parques en la ciudad de Santo Domingo; aunque el dominicano curioso al fin y más cuando se trata de hombres me preguntan qué libro estoy leyendo, pero nunca me han dicho que lo que estoy leyendo es la biblia.
Más que por la forma de vestir, creo que en este caso, seamos sinceras, a la mayoría de los dominicanos no le gusta leer y cuando alguien tiene un libro entre las manos el 99.9% es la biblia.
Me gusta tu blog, siento que por lo menos no soy la única dominicana que ama los libros con locura, mucho gusto y espero seguir leyéndote.
Fransheska Ovalle
A, ¡cuanto tiempo! ¡Yo también te extrañaba, a ti y a tu creatividad! Necesito esa mente emprendedora para mis proyectos... comenzaré a ver a cuanto sale la producción en masa de las camisetas xD
Fransheska Ovalle, el placer de leerte no se puede medir con palabras y realmente debo admitir que tienes toda la razón. Te invito también a pasar por el canal de Youtube si deseas ver además de leer sobre lectura *se ríe simpáticamente* espero leer de ti en la próxima entrada.
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