Bueno... ¡necesito consuelo lectores!
No es que sea dramática, pero es extremadamente fuerte enterarse que uno de los autores más ilustres de este siglo y el pasado haya fallecido. Es como que un guerrero griego y un luchador de la WWE se fusionen y te den una cachetada en el rostro... o un poco más doloroso que eso. Todos sabemos a quién me refiero, pero para estar seguros, les hablo del célebre Gabriel García Márquez. Autor de maravillosos libros, de los cuales se podrían mencionar los más reconocidos: "Crónicas de una muerte anunciada", "Cien años de soledad" y "El coronel no tiene quien le escriba" (Último es de mucha relevancia en República Dominicana). Escritor (Obviamente) y periodista colombiano quien ganó el Premio Nobel de Literatura en 1982.
Realmente uno de mis sueños de vida era conocerlo personalmente, pero ¡Qué ironía la vida! trabajo para lograr conocerlo y ¡BOOM! muere. Siendo conscientes de que en el año en el que nací -1999- fue diagnosticado con cáncer linfático, y ¿Qué sucedió? pues, supuestamente se mejoró y continuó su vida como si no hubiera ocurrido, luego, en el año más feliz de mi vida, en el cual he logrado más avances personales ¡BAAM! lo internan y muere porque el cáncer había afectado un pulmón, ganglios e hígado... Jeh, poquito.
Ahora, ¡PREMIO NOBEL DE LITERATURA SEÑORES! una persona tan talentosa, inspiradora, creativa, mágica, directa, y... y todo.
No lo superaré facilmente, me lleno de un poquito de melancolía al recordarlo, pero es necesario.
Mi profesora de lengua española, la cual es realmente una MUY buena profesora de lengua española, también le encantaba Márquez y como tarea, para brindarle honor a quien honor merece nos puso investigar diez obras escritas por él, su biografía y hablar sobre una de sus obras. Yo seleccioné Memoria de Mis Putas Tristes; no sé porqué, seguramente porque el título me amarró *sonrisita traviesa* y comencé a hablar de esta. Fue divertido y al mismo tiempo inspirador ver que a todos mis compañeros les terminó gustando la obra que seleccionaron de Gabriel.
Gabriel García Márquez nació en Aracataca (Magdalena), el 6 de marzo de 1927. Creció como niño único entre sus abuelos maternos y sus tías, pues sus padres, el telegrafista Gabriel Eligio García y Luisa Santiaga Márquez, se fueron a vivir, cuando Gabriel sólo contaba con cinco años, a la población de Sucre, donde don Gabriel Eligio montó una farmacia y donde tuvieron a la mayoría de sus once hijos.
Los abuelos eran dos personajes bien particulares y marcaron el periplo literario del futuro Nobel: el coronel Nicolás Márquez, veterano de la guerra de los Mil Días, le contaba al pequeño Gabriel infinidad de historias de su juventud y de las guerras civiles del siglo XIX, lo llevaba al circo y al cine, y fue su cordón umbilical con la historia y con la realidad. Doña Tranquilina Iguarán, su cegatona abuela, se la pasaba siempre contando fábulas y leyendas familiares, mientras organizaba la vida de los miembros de la casa de acuerdo con los mensajes que recibía en sueños: ella fue la fuente de la visión mágica, supersticiosa y sobrenatural de la realidad. Entre sus tías la que más lo marcó fue Francisca, quien tejió su propio sudario para dar fin a su vida.
Gabriel García Márquez aprendió a escribir a los cinco años, en el colegio Montessori de Aracataca, con la joven y bella profesora Rosa Elena Fergusson, de quien se enamoró: fue la primera mujer que lo perturbó. Cada vez que se le acercaba, le daban ganas de besarla: le inculcó el gusto de ir a la escuela, sólo por verla, además de la puntualidad y de escribir una cuartilla sin borrador.
Tras años de silencio, en 2002 García Márquez presentó la primera parte de sus memorias, Vivir para contarla, en la que repasa los primeros treinta años de su vida. La publicación de esta obra supuso un acontecimiento editorial, con el lanzamiento simultáneo de la primera edición (un millón de ejemplares) en todos los países hispanohablantes. En 2004 vio la luz su novela Memorias de mis putas tristes. Tres años después recibió sentidos y multitudinarios homenajes por doble motivo: sus 80 años y el 40º aniversario de la publicación de Cien años de soledad. Falleció el 17 de abril de 2014 en la ciudad de México, tras de una recaída en el cáncer linfático por el que ya había sido tratado en 1999.
No lo superaré facilmente, me lleno de un poquito de melancolía al recordarlo, pero es necesario.
Mi profesora de lengua española, la cual es realmente una MUY buena profesora de lengua española, también le encantaba Márquez y como tarea, para brindarle honor a quien honor merece nos puso investigar diez obras escritas por él, su biografía y hablar sobre una de sus obras. Yo seleccioné Memoria de Mis Putas Tristes; no sé porqué, seguramente porque el título me amarró *sonrisita traviesa* y comencé a hablar de esta. Fue divertido y al mismo tiempo inspirador ver que a todos mis compañeros les terminó gustando la obra que seleccionaron de Gabriel.
Oh, y aquí les dejaré una pequeña biografía del autor. Ya saben, porque sí:
Gabriel García Márquez nació en Aracataca (Magdalena), el 6 de marzo de 1927. Creció como niño único entre sus abuelos maternos y sus tías, pues sus padres, el telegrafista Gabriel Eligio García y Luisa Santiaga Márquez, se fueron a vivir, cuando Gabriel sólo contaba con cinco años, a la población de Sucre, donde don Gabriel Eligio montó una farmacia y donde tuvieron a la mayoría de sus once hijos.
Los abuelos eran dos personajes bien particulares y marcaron el periplo literario del futuro Nobel: el coronel Nicolás Márquez, veterano de la guerra de los Mil Días, le contaba al pequeño Gabriel infinidad de historias de su juventud y de las guerras civiles del siglo XIX, lo llevaba al circo y al cine, y fue su cordón umbilical con la historia y con la realidad. Doña Tranquilina Iguarán, su cegatona abuela, se la pasaba siempre contando fábulas y leyendas familiares, mientras organizaba la vida de los miembros de la casa de acuerdo con los mensajes que recibía en sueños: ella fue la fuente de la visión mágica, supersticiosa y sobrenatural de la realidad. Entre sus tías la que más lo marcó fue Francisca, quien tejió su propio sudario para dar fin a su vida.
Gabriel García Márquez aprendió a escribir a los cinco años, en el colegio Montessori de Aracataca, con la joven y bella profesora Rosa Elena Fergusson, de quien se enamoró: fue la primera mujer que lo perturbó. Cada vez que se le acercaba, le daban ganas de besarla: le inculcó el gusto de ir a la escuela, sólo por verla, además de la puntualidad y de escribir una cuartilla sin borrador.
Tras años de silencio, en 2002 García Márquez presentó la primera parte de sus memorias, Vivir para contarla, en la que repasa los primeros treinta años de su vida. La publicación de esta obra supuso un acontecimiento editorial, con el lanzamiento simultáneo de la primera edición (un millón de ejemplares) en todos los países hispanohablantes. En 2004 vio la luz su novela Memorias de mis putas tristes. Tres años después recibió sentidos y multitudinarios homenajes por doble motivo: sus 80 años y el 40º aniversario de la publicación de Cien años de soledad. Falleció el 17 de abril de 2014 en la ciudad de México, tras de una recaída en el cáncer linfático por el que ya había sido tratado en 1999.
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