sábado, 7 de septiembre de 2013

Mi primera vez en la biblioteca - Parte 2.-

Buenos días, tardes o noches queridos lectores.
Esta vez me toca entregarles la segunda parte de mi historia de todo lo ocurrido en la biblioteca la primera vez que fui.
Si todavía no han visto la primera parte, den click AQUÍ y se abrirá en una ventana nueva.

                                                                 
Empezaré:
Como todavía no les he informado, ese día tenía el efecto post-gripe, que venía siendo una tos monstruosa, por lo cual me daba cosita toser en una biblioteca para no interrumpir a nadie con mi tormentosa tos.

Ese día después de entregar la mochila a la chica detrás del mostrador, por más desorientada que me encontraba en ese momento, me decidí a ver a mi alrededor... y así lo hice. Cuando ya estaba sola, me di cuenta de que habían algunos estantes vacíos y real, real, realmente me preguntaba por qué, pero lo dejé pasar y continué caminando a un espacio donde habían muchos libros y ese fue mi momento de "WOW, POR FIN". Me senté en uno de los asientos que estaban delante de un estante de libros y al frente de una mesita de café, era extremadamente bajito y se me hizo insufrible sentarme... pero lo logre, y mire al alrededor para ver a cual área de la biblioteca me dirijo para seleccionar un libro, después de que decidí, me paré y fui a una de las esquinas que estaban situadas entre dos estantes y comencé a ver títulos, ver portadas, hojear los libros y me decidí por uno infantil totalmente tonto y corto, me pareció una decisión inteligente por que no iba a durar mucho allá, por lo tanto no podía encariñarme demasiado del libro que vaya a leer si sé que no lograré leerlo completo. Me senté otra vez muy concentrada en la portada del libro que escogí; me dio pereza comenzar a leerlo porque sabía que no me iba a gustar, y quería un libro corto que me guste. Estaba muy mortificada hasta que comencé a leerlo y me di cuenta de que no era tan malo como yo pensaba... era peor.


Después de obligarme a aunque sea leer las primeras diez páginas antes de desechar el libro me comenzó a dar unas ganas de toser horribles, y no quería hacerlo porque mi tos no era una linda tos de gatito ese día, era como un auto viejo intentando arrancar... o un camión monstruo. Revisé mi alrededor y vi que solo estábamos aproximadamente cinco personas... ¡leyendo tranquilamente en una biblioteca! (No podía ser peor). Intente toser disimuladamente y que simplemente piensen que prendieron la planta eléctrica. Pero no funcionó y todo el mundo volteó a mirarme, y yo me quede completamente "Oh mierda". Después de un momento de mirarme todos volvieron a sus cosas y yo me paré a buscar otro libro y a ir al baño a toser libremente. Terminé tomando uno de los libros más grandes pero que se veía mejor (Las portadas engañan). Se trataba sobre un chico pre-adolescente pervertido con cáncer y que pensaba que tenía súper-poderes y vivía con unos audífonos todo el tiempo, llegué más lejos de lo que pensé que llegaría y después me paré y me fui a sentar en un lugar más cómodo mientras tosía disimuladamente en el camino sin liberar completamente la bestia que tenía dentro.

Continuará...

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"La lectura es lo mismo para la mente, que el ejercicio para el cuerpo"